domingo, 19 de abril de 2009

El sistema internacional de pagos: el patrón oro


Al finalizar la Semana Santa y volver a las clases, hemos iniciado tema nuevo: El sistema internacional de pagos, que se corresponde con el capítulo IX del libro de clase.

Estamos viendo que la historia no se estudia nunca aislada, sino que todo tiene un por qué y los cambios no son bruscos, hay unos motivos anteriores que se relacionan, un contexto. En la actualización anterior veíamos un incremento del comercio y de la actividad económica a nivel mundial, especialmente en los países industrializados, y que aumentaban los intercambios entre estos.

Este tema, a nivel general, lo hemos estructurado en los siguientes puntos clave:
  1. Bases que formaban el sistema del patrón oro, y requisitos que debían cumplir los países para que pudieran participar en este sistema nuevo de pago.

  2. Desajustes (inflación/deflación) posibles que se generaban en el sistema al establecer los tipos de cambio fijos por una banca central.

  3. ¿Por qué y cuándo entró en crisis el patrón oro? Este punto lo veremos en un nuevo tema.

Una vez hemos establecido el contexto y los puntos más importantes del tema, procedo a realizar un breve resumen de cada uno de los puntos para luego dar una opinión personal.


Las consecuencias más importantes del nuevo sistema internacional de pagos fueron el crecimiento del PIB y del comercio del siglo XIX.

En este caso vemos que los métodos tradicionales utilizados como medios de pago son insuficientes, y entre las empresas y los bancos se veía la creciente necesidad de introducir un nuevo sistema de pago.

Hasta entonces, dominaba el dinero fiduciario, basado en la letra de cambio. Es en este momento cuando, Inglaterra, país líder de la Revolución Industrial y por tanto el más avanzado, tiene la oportunidad de establecer las bases del nuevo sistema de pago mundial: el patrón oro, que tenía más valor pero a la vez era más escaso.

Este sistema se teorizó de la mano de Isaac Newton (en la fotografía), en ese momento gobernador del banco de Inglaterra.

Las bases para entrar en el nuevo sistema de pagos deberían ser los siguientes:

  1. Los países deberían poseer abundantes reservas de materiales preciosos, grandes minas de oro (propias o de las colonias).
  2. Debían ser considerados países exportadores, competitivos comercialmente.

Todos aquellos países que no fueran capaces de cumplir estas bases, deberían formar parte del llamado patrón plata, más abundante que el oro, pero con menos valor.

Los países que cumplieran estas bases, formarían parte del nuevo patrón oro. Estos países (la mayoría aquellos que más comercializaban con Inglaterra), deberían cumplir estos nuevos requisitos:

Un banco central que estableciera un tipo de cambio fijo, importante para el comercio internacional y la libre circulación del oro dentro y fuera del país, asegurar la libre circulación entre los países. Lo más importante era que la equivalencia entre la oferta monetaria debía ser igual a las reservas de oro del banco central que tuviera el país.

Otro punto fue la libre convertibilidad, en la que cualquier ciudadano podría exigir a su banco que su dinero fiduciario se convirtiera en oro en cualquier momento.

Pero como cualquier otro sistema, no se trataba de un sistema de pago perfecto, y tenía sus desajustes.

  1. Los países desarrollados, que poseían el patrón oro. En este caso, cuando se incrementaban las exportaciones, suponía un aumento de la cantidad de oro y por tanto de la oferta monetaria. La consecuencia, finalmente, era un aumento de la inflación (aumento continuado del nivel de precios), y una bajada de los tipos de interés.
  2. En los países subdesarrollados, que poseían el patrón plata, exactamente al contrario. En este caso, cuando se incrementaban las importaciones, que suponía un descenso de la cantidad de oro entrante, y por tanto, se reducía la oferta monetaria. La consecuencia era la bajada continuada de los precios, es decir, la deflación, produciendo un aumento del tipo de interés.

Por tanto, ¿cuáles eran las ventajas y/o desventajas de estar en un sistema de pago u otro?

Para los países que estaban en plena expansión, el patrón oro les era favorable, ya que les aseguraba una estabilidad de precios y también de los tipos de cambio. Pero esto sólo lo tenían las potencias líderes (que seguían a Inglaterra), aquellas que cumplieran las bases anteriormente explicadas, que tenían suficientes reservas de oro para realizarlo. Por tanto, muchos países, entre ellos España, quedaron fuera de este círculo de expansión, y que se adaptarían al patrón plata.

Es importante remarcar que algunos de estos países del patrón plata no poseían una banca central o unas instituciones bancarias que crearan tanta confianza como la del banco de Inglaterra.

Como he dicho antes, el por qué y cuándo entró en crisis el sistema patrón oro lo explicaremos más adelante, pero podemos concluir afirmando que se fue debilitando el sistema hasta la Primera Guerra Mundial, donde fue cancelado, ya que los requisitos que debían cumplirse (que explicamos antes) no se realizaron, aumentando el gasto en la guerra, donde las reservas de metales preciosos se perdieron, la convertibilidad dejó de realizarse, etc.

Como opinión personal, se puede decir que el establecer un sistema de pago no es una cosa que nos haya preocupado nada más que actualmente, con el euro en la Unión Europea, por ejemplo, en la que vemos el establecimiento de la equivalencia 1 € = 166,386 pesetas, que es un tipo de cambio que ha quedado fijado según el valor que tuvo entonces cuando se implantó el euro.

Por tanto, se puede decir que los estados mientras vayan evolucionando intentaran buscar un sistema de pago que más se adapte a su situación, sin olvidar que, debido al comercio internacional, dependen de unos países de su entorno, y que el establecimiento de una cantidad fija no siempre reflejará la situación real en la que de verdad se encuentran cada uno de ellos, es decir, siguiendo con el ejemplo del euro, algunos países con su establecimiento puede que su moneda anterior tuviera más o menos valor con respecto al euro al haberlo adaptado como propio.

Es por eso que todo británico se está planteando ahora mismo el uso de la libra esterlina o el euro, debido a que en un primer momento la libra estaba más valorada que el euro, y al convertirse su moneda en euro perdería valor la moneda británica, pero actualmente, como la economía va evolucionando, vemos que cada vez la distancia se reduce y la paridad cada vez es más próxima... ¿finalmente, se unirá o no al euro?

Leí hace poco en un artículo de La Vanguardia, que la mitad de los españoles cree que la peseta les protegía mejor de la crisis. Es el gran debate en el que nos encontramos ahora, y es una situación que nos afecta a todos. Aunque exactamente no es lo mismo, enseguida que lo leí establecí la comparación, entre los beneficios que nos supone el entrar en la zona euro, con una equivalencia fija (en este tema que hemos visto, sería el siglo XIX con el patrón oro y la libra esterlina, con Inglaterra como líder, en vez del euro actual), o seguir con nuestra moneda, la peseta, es decir, sería no aceptar las bases que forman el patrón oro en ese momento, en el siglo XIX, siguiendo con nuestro antiguo patrón (el dinero fiduciario basado en la letra de cambio, que era lo que predominaba anteriormente, o adaptarnos al patrón plata...), protegiendo mucho más nuestra economía nacional y cerrándonos al comercio internacional con otros países.

En este caso en que nos encontramos, al establecerse continuos flujos entre estos países de la zona euro, la crisis de uno afecta al otro, y así sucesivamente hasta que el alcance de la crisis afecta a una mayoría, y lo que de verdad te planteas es que si la nueva moneda (en el tema el patrón oro o en la época actual el euro) es tan fuerte y estable como de verdad se pensaba en un primer momento, cuando se creó, la sociedad se muestra más pesimista frente la crisis y más reacia a posteriores cambios que tengan que ver con la moneda...

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