lunes, 27 de abril de 2009

La Primera Guerra Mundial y los problemas de reconstrucción


En la semana del 20 al 24 de abril iniciamos y finalizamos un nuevo tema, que se corresponde con el capítulo 11 del libro: La Primera Guerra Mundial y los problemas de reconstrucción.

En este tema hemos hablado de las causas de la guerra y cómo evolucionó, pero especialmente nos hemos dedicado al estudio de sus consecuencias (políticas, económicas y sociales), y los problemas de reconstrucción una vez finalizada la guerra, que se complicaron por las decisiones que tomaron los respectivos estados: especialmente por el Tratado de Versalles y el deseo de volver al patrón oro.

Antes de nada, me gustaría hacer una breve introducción, refiriéndome al contexto. La guerra se sitúa de julio de 1914 a noviembre de 1919. Se puede decir que marca la división entre el siglo XIX y el siglo XX. Si recordamos los temas anteriores y a lo largo de las actualizaciones, veíamos claramente el predominio político y económico de Europa a nivel mundial.

Una vez aclarado este punto, afirmar que la guerra está totalmente centrada en Europa, y que si recibe el nombre de Guerra Mundial, es exclusivamente por la participación de EE.UU. en ésta.


Las causas de la guerra son tanto políticas como económicas. Estamos en una etapa conflictiva que se abre con el reparto colonial del mundo. La consecuencia es la intensificación de los enfrentamientos entre potencias, hasta el estallido de la guerra.

Esto no es inmediato, anteriormente a la guerra encontramos enfrentamientos locales, choques coloniales en las que nacían rivalidades y alianzas entre países que posteriormente se enfrentarían en la guerra. Hay que recordar que además del crecimiento de los ejércitos, las innovaciones tecnológicas en el armamento, de las nuevas formas de obtención de acero o aluminio, de mejoras del transporte y las comunicaciones, hay que destacar especialmente que a la vez se formaban sentimientos de carácter nacionalista, destacando a Alemania, Francia e Italia.

Finalmente, estas rivalidades no pudieron evitarse, y el conflicto se iniciaría a raíz del asesinato del príncipe heredero de Austria - Hungría en Sarajevo, por parte de un terrorista nacional serbio.

Con las rivalidades cruzadas anteriores, ya se formaron dos bandos o alianzas, que son los que entrarían en conflicto en la guerra, y que vemos en el mapa. Por un lado, tenemos:

1- La Triple Entente: formada por Inglaterra, Francia y Rusia.

2- La Triple Alianza: formada por Alemania, el Imperio Austrohúngaro e Italia.

Antes de pasar directamente a las consecuencias del conflicto, cabe destacar lo siguiente. Se puede decir que fue la primera gran guerra industrial, y que la mayor parte del armamento usado era nuevo, y que se hace patente cuando los países enfrentados incrementaron enormemente el gasto en defensa: en la compra de tanques, submarinos, aviones, además de la guerra química. Aquí el gobierno intervendría para incrementar las producciones de armamento y de medios de transporte, planificar la producción y controlar el comercio.

Relacionado con lo anterior, al ser armas más destructivas y potentes, de mayor alcance, afectaba mucho más a la población civil. Otro de los grandes problemas que se darían durante la guerra serían su financiamiento y el abastecimiento (de armamento y alimentos).

Las consecuencias de la guerra fueron diversas, y se pueden dividir en varios puntos. Fue una guerra que en un primer momento se pensó que duraría poco tiempo, pero la realidad es que duró cuatro años, y las consecuencias a corto plazo fueron evidentes, pero también las de a medio y largo plazo.

  1. Las consecuencias a nivel demográfico fueron 8 millones de fallecidos y 7 millones de incapacitados, de heridos de guerra. Era una guerra muy lenta, de trincheras. Si tenemos en cuenta que la mayor parte de fallecidos fueron hombres jóvenes, la consecuencia más importante fue a largo plazo: se produjo un déficit de nacimientos, que eran aquellos hijos que podrían haber nacido y, obviamente, nunca lo harían. Esto también provoca un vacío generacional en esa franja de población, una elevada mortandad que a la larga hace envejecer a la población del continente.

  2. Otra de las consecuencias fue con respecto al stock de capital. Éstas se dieron en ciertos sectores, y no afectaron por igual a todos los países. Pero en general se puede destacar la pérdida de capital, en relación a los desequilibrios financieros y cómo se financió la guerra. La guerra se financió en todos los países mediante el aumento de impuestos, el endeudamiento del gobierno, con la emisión de deuda pública interior (bonos de guerra), los préstamos exteriores y la emisión de billetes por el banco central, aumentando la oferta monetaria en circulación. Esto significaba la ruptura de las bases que formaban el patrón oro, establecidas por Inglaterra en el siglo XIX, ya que no se garantizaba la equivalencia con las reservas del banco en oro, se emitía más dinero del que había en las reservas. Tampoco se garantizaba la libre convertibilidad ni circulación del oro, es decir, que la moneda se depreció, se devaluó, y provocó una fuerte inflación de precios.

  3. Además también aparecen una serie de problemas estructurales con respecto a la distribución territorial de Europa. Desaparecen los tres imperios apareciendo nuevos países: se fragmentaría el imperio Austrohúngaro, el imperio Ruso y el imperio Otomano. Estos nuevos países que surgieron debieron hacer un esfuerzo mucho mayor en una coyuntura europea muy mala, en la que no se tiene dinero y no se pueden obtener préstamos del exterior, reorganizando toda su estructura industrial, el sistema de vías de ferrocarriles (fundamental para el comercio interior), etc.

Cabe destacar que la gran perjudicada sería Alemania, se le impone un castigo muy duro mediante el tratado de Versalles, que ponía fin a la guerra. Se señalaría a Alemania y sus aliados como responsables del conflicto, y se le impondría el pago causado por los daños en la guerra, entregando territorio (13%), población (10%), tierras cultivables (15%), prácticamente la mitad de su producción de hierro y un 38% de su producción de acero. Esto generaría una humillación para el pueblo alemán y supondría el nacimiento del nazismo alemán, con Hitler elegido democráticamente más tarde, desencadenando posteriormente la Segunda Guerra Mundial.


La reconstrucción de Europa se haría de forma muy lenta, en la que cada país aplicaría la política que más le convendría, pero sin establecerse un consenso colectivo de cómo actuar conjuntamente. La salida de la crisis (alza del coste de vida, miseria, hambre, junto a la depreciación de la moneda, falta de recursos e innovación) de los años 20 viene con el exterior, de Estados Unidos con el plan Dawes. Esto supuso la revisión de las reparaciones y la concesión de créditos, buscando de nuevo la estabilidad monetaria y la vuelta a un sistema monetario internacional.

Con este plan se produjo una entrada de dinero importante en Alemania, estabilizando el nuevo marco, con el que obtuvo un crecimiento relativo hasta la crisis mundial de 1929.

Para acabar, decir que no hay ninguna guerra que me parezca justificable, todas innecesarias absolutamente. El detonante de la guerra una excusa torpe para que se iniciara, los motivos que ocultaron los países fueron más los económicos que cualquier otra cosa, el egoísmo que movía a los países que en aquellos momentos eran potencias mundiales y el deseo de superioridad con respecto a los demás, me parece la clave, desde mi punto de vista. Remarcando firmemente lo mal planteado que estuvo el Tratado de Versalles que más que dar estabilidad a los países involucrados y firmar la paz generaría un odio que nos llevaría hasta la Segunda Guerra Mundial.

El gran beneficiado indiscutiblemente EE.UU., ya que Europa dejaría de ser la líder mundial y perdería su supremacía. EE.UU. sería la primera potencia mundial hasta nuestros días, sacando grandes beneficios con las concesiones de créditos y préstamos que haría a Europa en las dos guerras mundiales; a la vez que los imperios coloniales europeos empezaban también a resquebrajarse y perdían poder. Sin olvidar que los más perjudicados siempre será la población de civiles de los países, que son los que menos culpa tienen de los conflictos entre los líderes de sus países, millones de muertes, generando un odio hacia los demás.

Tampoco me podría olvidar del reparto colonial de África, debido a que se trataría del "gran pastel" que se repartirían las potencias entre sus colonias, dividiendo regiones aleatoriamente y separando familias, pueblos, etnias, uniendo zonas conflictivas, y el castigo que sufrirían sus gentes, debido a que puntualmente y en regiones concretas de África durante la guerra también habría batallas en estas zonas, sin ellos obviamente haberlo querido.

Sin embargo somos testigos a través de imágenes o vídeos de la gran equivocación que se cometió entonces, y se supone que antes de iniciar una Tercera Guerra Mundial basta con echar un vistazo atrás y replantearnos si de verdad merece la pena volver a repetir lo mismo, actualmente con consecuencias todavía peores debido al armamento que se podría llegar a utilizar.

domingo, 19 de abril de 2009

El sistema internacional de pagos: el patrón oro


Al finalizar la Semana Santa y volver a las clases, hemos iniciado tema nuevo: El sistema internacional de pagos, que se corresponde con el capítulo IX del libro de clase.

Estamos viendo que la historia no se estudia nunca aislada, sino que todo tiene un por qué y los cambios no son bruscos, hay unos motivos anteriores que se relacionan, un contexto. En la actualización anterior veíamos un incremento del comercio y de la actividad económica a nivel mundial, especialmente en los países industrializados, y que aumentaban los intercambios entre estos.

Este tema, a nivel general, lo hemos estructurado en los siguientes puntos clave:
  1. Bases que formaban el sistema del patrón oro, y requisitos que debían cumplir los países para que pudieran participar en este sistema nuevo de pago.

  2. Desajustes (inflación/deflación) posibles que se generaban en el sistema al establecer los tipos de cambio fijos por una banca central.

  3. ¿Por qué y cuándo entró en crisis el patrón oro? Este punto lo veremos en un nuevo tema.

Una vez hemos establecido el contexto y los puntos más importantes del tema, procedo a realizar un breve resumen de cada uno de los puntos para luego dar una opinión personal.


Las consecuencias más importantes del nuevo sistema internacional de pagos fueron el crecimiento del PIB y del comercio del siglo XIX.

En este caso vemos que los métodos tradicionales utilizados como medios de pago son insuficientes, y entre las empresas y los bancos se veía la creciente necesidad de introducir un nuevo sistema de pago.

Hasta entonces, dominaba el dinero fiduciario, basado en la letra de cambio. Es en este momento cuando, Inglaterra, país líder de la Revolución Industrial y por tanto el más avanzado, tiene la oportunidad de establecer las bases del nuevo sistema de pago mundial: el patrón oro, que tenía más valor pero a la vez era más escaso.

Este sistema se teorizó de la mano de Isaac Newton (en la fotografía), en ese momento gobernador del banco de Inglaterra.

Las bases para entrar en el nuevo sistema de pagos deberían ser los siguientes:

  1. Los países deberían poseer abundantes reservas de materiales preciosos, grandes minas de oro (propias o de las colonias).
  2. Debían ser considerados países exportadores, competitivos comercialmente.

Todos aquellos países que no fueran capaces de cumplir estas bases, deberían formar parte del llamado patrón plata, más abundante que el oro, pero con menos valor.

Los países que cumplieran estas bases, formarían parte del nuevo patrón oro. Estos países (la mayoría aquellos que más comercializaban con Inglaterra), deberían cumplir estos nuevos requisitos:

Un banco central que estableciera un tipo de cambio fijo, importante para el comercio internacional y la libre circulación del oro dentro y fuera del país, asegurar la libre circulación entre los países. Lo más importante era que la equivalencia entre la oferta monetaria debía ser igual a las reservas de oro del banco central que tuviera el país.

Otro punto fue la libre convertibilidad, en la que cualquier ciudadano podría exigir a su banco que su dinero fiduciario se convirtiera en oro en cualquier momento.

Pero como cualquier otro sistema, no se trataba de un sistema de pago perfecto, y tenía sus desajustes.

  1. Los países desarrollados, que poseían el patrón oro. En este caso, cuando se incrementaban las exportaciones, suponía un aumento de la cantidad de oro y por tanto de la oferta monetaria. La consecuencia, finalmente, era un aumento de la inflación (aumento continuado del nivel de precios), y una bajada de los tipos de interés.
  2. En los países subdesarrollados, que poseían el patrón plata, exactamente al contrario. En este caso, cuando se incrementaban las importaciones, que suponía un descenso de la cantidad de oro entrante, y por tanto, se reducía la oferta monetaria. La consecuencia era la bajada continuada de los precios, es decir, la deflación, produciendo un aumento del tipo de interés.

Por tanto, ¿cuáles eran las ventajas y/o desventajas de estar en un sistema de pago u otro?

Para los países que estaban en plena expansión, el patrón oro les era favorable, ya que les aseguraba una estabilidad de precios y también de los tipos de cambio. Pero esto sólo lo tenían las potencias líderes (que seguían a Inglaterra), aquellas que cumplieran las bases anteriormente explicadas, que tenían suficientes reservas de oro para realizarlo. Por tanto, muchos países, entre ellos España, quedaron fuera de este círculo de expansión, y que se adaptarían al patrón plata.

Es importante remarcar que algunos de estos países del patrón plata no poseían una banca central o unas instituciones bancarias que crearan tanta confianza como la del banco de Inglaterra.

Como he dicho antes, el por qué y cuándo entró en crisis el sistema patrón oro lo explicaremos más adelante, pero podemos concluir afirmando que se fue debilitando el sistema hasta la Primera Guerra Mundial, donde fue cancelado, ya que los requisitos que debían cumplirse (que explicamos antes) no se realizaron, aumentando el gasto en la guerra, donde las reservas de metales preciosos se perdieron, la convertibilidad dejó de realizarse, etc.

Como opinión personal, se puede decir que el establecer un sistema de pago no es una cosa que nos haya preocupado nada más que actualmente, con el euro en la Unión Europea, por ejemplo, en la que vemos el establecimiento de la equivalencia 1 € = 166,386 pesetas, que es un tipo de cambio que ha quedado fijado según el valor que tuvo entonces cuando se implantó el euro.

Por tanto, se puede decir que los estados mientras vayan evolucionando intentaran buscar un sistema de pago que más se adapte a su situación, sin olvidar que, debido al comercio internacional, dependen de unos países de su entorno, y que el establecimiento de una cantidad fija no siempre reflejará la situación real en la que de verdad se encuentran cada uno de ellos, es decir, siguiendo con el ejemplo del euro, algunos países con su establecimiento puede que su moneda anterior tuviera más o menos valor con respecto al euro al haberlo adaptado como propio.

Es por eso que todo británico se está planteando ahora mismo el uso de la libra esterlina o el euro, debido a que en un primer momento la libra estaba más valorada que el euro, y al convertirse su moneda en euro perdería valor la moneda británica, pero actualmente, como la economía va evolucionando, vemos que cada vez la distancia se reduce y la paridad cada vez es más próxima... ¿finalmente, se unirá o no al euro?

Leí hace poco en un artículo de La Vanguardia, que la mitad de los españoles cree que la peseta les protegía mejor de la crisis. Es el gran debate en el que nos encontramos ahora, y es una situación que nos afecta a todos. Aunque exactamente no es lo mismo, enseguida que lo leí establecí la comparación, entre los beneficios que nos supone el entrar en la zona euro, con una equivalencia fija (en este tema que hemos visto, sería el siglo XIX con el patrón oro y la libra esterlina, con Inglaterra como líder, en vez del euro actual), o seguir con nuestra moneda, la peseta, es decir, sería no aceptar las bases que forman el patrón oro en ese momento, en el siglo XIX, siguiendo con nuestro antiguo patrón (el dinero fiduciario basado en la letra de cambio, que era lo que predominaba anteriormente, o adaptarnos al patrón plata...), protegiendo mucho más nuestra economía nacional y cerrándonos al comercio internacional con otros países.

En este caso en que nos encontramos, al establecerse continuos flujos entre estos países de la zona euro, la crisis de uno afecta al otro, y así sucesivamente hasta que el alcance de la crisis afecta a una mayoría, y lo que de verdad te planteas es que si la nueva moneda (en el tema el patrón oro o en la época actual el euro) es tan fuerte y estable como de verdad se pensaba en un primer momento, cuando se creó, la sociedad se muestra más pesimista frente la crisis y más reacia a posteriores cambios que tengan que ver con la moneda...

domingo, 5 de abril de 2009

El surgimiento de la economía internacional


  • El surgimiento de la economía internacional: los movimientos internacionales de factores de producción
La expansión del comercio fue una característica constante a lo largo del siglo XIX. La Revolución Industrial junto a la revolución de los transportes implicó cambios muy importantes en la disponibilidad de productos y de factores de producción. En su conjunto hizo revolucionar la economía a nivel internacional.

Hay que tener en cuenta que las economías industriales tienen como finalidad producir para vender. Por lo tanto, no es de extrañar su dependencia al comercio, tanto interior como internacional.

¿Cómo se logró la integración de los mercados de factores de producción?

Se exportaban los factores de los lugares donde relativamente eran abundantes allí donde eran escasos. Ya que la tierra no se puede exportar, los factores que jugaron un papel importante fueron el trabajo y el capital.

En conclusión, se puede decir que el resultado fue el surgimiento de una economía internacional centrada en Europa y en beneficio de Europa. Implicaba la extensión del capitalismo a nivel mundial y el dominio del mundo por parte de estos países capitalistas. La gran emigración europea representa el mayor movimiento de población de toda la historia de la humanidad.
  • El crecimiento del comercio y las características del comercio internacional
El comercio es consecuencia y factor del desarrollo técnico y económico que representa la Revolución Industrial y su difusión. La especialización y la difusión de la tecnología industrial provocan que grandes sectores de la población dispongan de una mayor capacidad adquisitiva, y puedan acceder a productos antes inalcanzables.
Para finalizar, podemos decir que el incremento del comercio también es un factor de desarrollo, ya que el aumento de los intercambios permite una mejora de la asignación de los recursos económicos y una mayor eficiencia.
  • ¿Cuáles son las características del comercio internacional?
  1. Un crecimiento mayor (en términos absolutos y per cápita). El incremento del comercio fue mayor que el aumento de la población y de la producción.
  2. Este crecimiento en el comercio internacional es desigual (tanto en países como en productos diferentes).
  3. Predominio de Europa sobre el comercio mundial, tanto por volumen comercializado como por beneficios obtenidos.
  4. Mayor división internacional del trabajo.
  • Evolución del comercio y políticas comerciales
La semana la iniciamos acabando de perfilar las políticas económicas que surgieron debido a las relaciones comerciales crecientes a lo largo de este siglo XIX.
Aunque el comercio favorece a todos sus participantes, antes ya se ha dicho que el crecimiento es desigual. Además, se ve cómo la competencia de productos extranjeros puede arruinar la producción propia, si se comercializaban a precios más bajos o los costes de su producción eran menores.

Esto nos conduce a hablar de las políticas comerciales del siglo: el librecambismo (libertad de comercio y el aprovechamiento de sus beneficios) y/o el proteccionismo (preservar una producción propia encareciendo la entrada de productos extranjeros).

El librecambio tuvo una escasa duración (1860-1870 aproximadamente) y fue poco extendido. Fue adoptado por naciones industrializadas, que precisaban obtener una división internacional del trabajo para mantener su proceso de crecimiento industrial. Los teóricos fueron Adam Smith, David Ricardo y John Stuart Mill.

El proteccionismo fue generalizado antes de 1840 y a partir de 1870. Vemos una etapa de crecimiento desacelerado debido a una crisis de sobreproducción, tanto industrial como agrícola, que se tradujo en una crisis financiera. Fue extendido, y adaptado por naciones no sometidas a potencias imperiales, inician o consolidan su industrialización y el proceso de unificación nacional. Los teóricos fueron Alexander Hamilton y Friedrich List.
  • Movimientos internacionales de factores de producción: la gran emigración europea
La semana la acabamos hablando de este punto. Es el resultado o la consecuencia del comercio del siglo XIX. Unos 44 millones de personas abandonaron Europa hacia otros continentes (entre 1815 hasta 1914). Como se ha dicho, este movimiento de población tuvo una magnitud sin precedentes. La emigración fue un proceso que se fue acelerando hacia finales del siglo XIX.

En general, podemos decir que las oleadas migratorias se inician en Inglaterra y los países nórdicos (principios del siglo XIX) y posteriormente a finales del siglo XIX encontramos la migración general de países mediterráneos. Los países que perdieron más población debido a la emigración fueron Inglaterra e Italia, y que el destino dominante (un 60%) fue EUA. Canadá, Australia, Nueva Zelanda... (Nuevas Europas) sería en menor proporción.

Las causas son políticas, religiosas (persecución étnica: judíos...), y la económica como causa principal. En este caso se trata de atracción económica: la esperanza de una vida mejor, gente que tenía dificultades para mantener el nivel de vida al que estaban acostumbrados. Había la posibilidad de disponer de tierra propia o de obtener trabajo con salarios más elevados, que no estarían al alcance en el país de origen.

Es también el triunfo de la industrialización, que comportó la destrucción de la agricultura tradicional.
El estado de la industria no era tan avanzado para absorber el excedente de población campesina que perdían sus tierras (hambre y miseria).

Las consecuencias (sociales y económicas) fueron favorables, tanto para Europa como para los países de destinación. En Europa, se disminuía la presión sobre la tierra y también las remesas de emigrantes. La emigración permitió una mejora de los salarios industriales y la economía en general. Los beneficios permitían una explotación de la tierra y la inversión de capitales, si se disponía de mano de obra suficiente. La inmigración impulsó el aumento de la superficie cultivada y la intensificación de la explotación, la inversión y la renta.

Como opinión personal,
me gustaría remarcar un aspecto importante que, aunque parece que queda en segundo plano, hizo revolucionar esta economía internacional que hemos ido comentando.

Me estoy refiriendo con esto a las mejoras de los transportes (como consecuencia de la Revolución Industrial), más eficaces y baratos, que ampliaban las áreas de mercado, y la competencia en un primer momento se basaba especialmente en los costes relativos asociados a su transporte. Estos medios de transporte los aportaban básicamente los países más avanzados.

Así, vemos que el abaratamiento y su mejora comienzan dentro del país (ferrocarriles). Pero destaco especialmente la importancia del barco de vapor (empezó a mediados de siglo XIX), por eso añado fotografía para destacar su importancia en el tema.

Vemos que la duración del viaje se acortaba, que mejoraban sus condiciones, se creaban líneas de navegación regulares, etc. Pero lo más importante, no es que era sólo exclusivo en el transporte de mercancías o productos para el comercio internacional, y que corresponde a la primera mitad del tema, sino también al transporte de personas, es decir, que posibilitó la migración europea y que sin el barco de vapor no se hubiera podido hacer.

¿Qué habría pasado si esta población no hubiera podido emigrar? Las presiones sobre la tierra hubieran continuado, además de la presión de la población junto con las revueltas debido a miseria y hambre en el continente europeo, con consecuencias fatales.

Es decir, los transportes fueron por decirlo de alguna manera los salvadores de la Europa del siglo XIX, incluso las agencias ayudaron a la población a obtener los papeles necesarios, bajando precios, expidiendo billetes y llegando a financiarlos.